La dieta antiinflamatoria y la inflamación crónica. Entrevista con Verónica Sobrino.

La inflamación crónica es la raíz de casi todas las enfermedades asociadas con el estilo de vida: diabetes, enfermedades del sistema cardiovascular, obesidad, algunos tipos de cáncer, envejecimiento prematuro, cansancio crónico, algunos tipos de dolores de cabeza, también gases y otros síntomas. ¿Por qué aparece la inflamación crónica? ¿Cómo detectarla? ¿Qué podemos hacer frente a ella?

Hoy hablamos con Verónica Sobrino – Técnico Superior en Dietética, especializada en Nutrición Clínica por ICNS y actualmente cursando el postgrado de Psiconeuroinmunología que nos contará como combatir la inflamación crónica y como hacer uso de los antiinflamatorios naturales.

La inflamación crónica aparece porque sin darnos cuenta llevamos un estilo de vida muy proinflamatorio: estrés prolongado, falta de sueño, falta de actividad física, alimentación llena de los alimentos que provocan las microinflamaciones (entre ellos: carne roja, aceites hidrogenados, azúcares, cereales refinados, alimentos procesados, refrescos, alcohol…). Igual no notamos sus efectos negativos en el mismo instante, pero a largo plazo sufrimos todas las consecuencias negativas.

…sin darnos cuenta llevamos un estilo de vida muy proinflamatorio: estrés prolongado, falta de sueño, falta de actividad física, alimentación llena de los alimentos que provocan las microinflamaciones (entre ellos: carne roja, aceites hidrogenados, azúcares, cereales refinados, alimentos procesados, refrescos, alcohol…)

Pregunta: Hola Verónica, un placer tenerte aquí. Teníamos muchas ganas de hacer esta entrevista y hablar contigo sobre la inflamación crónica, ya que hoy en día es uno de los problemas más comunes en nuestra sociedad. Cuéntanos, ¿De dónde sale tu interés por la alimentación antinflamatoria?

– A raíz de un problema de salud empecé a interesarme más por la nutrición. En mi casa siempre nos han inculcado hábitos saludables, hemos hecho deporte y comido bien. Pero al empezar a interesarme por la alimentación y descubrir el concepto de inflamación, la visión de salud y la forma de alimentarme cambió por completo. Gran parte de este cambio se lo debo a mi madre, médico, que me ha transmitido que la mejor medicina siempre es la alimentación.

¿Nos podrías explicar un poco más el tema? ¿Qué es la inflamación crónica?

La inflamación crónica es la inflamación no resuelta. Necesitamos inflamación para que nuestro cuerpo nos defienda frente a virus, bacterias y parásitos. Sin inflamación estaríamos expuestos a ataques de organismos oportunistas y heridas que no cicatrizarían. Digamos que hay dos tipos de inflamación, la aguda, que es la que se resuelve, y la crónica, que es la que el cuerpo no consigue resolver del todo.

Por lo tanto, el problema es el exceso de inflamación y su cronificación. Existen diferentes factores que causan inflamación: exceso de grasa, estrés, dieta, deficiencias nutricionales, microbiota, exposición prolongada a tóxicos y un exceso de insulina. A mayores niveles de insulina, mayor inflamación.

¿Cómo podemos saber si sufrimos inflamación crónica? ¿Cuáles son las pruebas correctas? ¿Cuáles son los síntomas más comunes que sufren los pacientes que vienen a tu consulta?

– Una de las formas más fáciles de saber si padecemos inflamación, es el exceso de grasa. Después podemos fijarnos en síntomas como cansancio, dolores, problemas intestinales, cambios de humor, resistencia a la insulina y enfermedades como diabetes, cáncer, artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes, en general todas las enfermedades crónicas.

Si pedimos analítica, podemos fijarnos en varios parámetros: insulina, triglicéridos, ferritina, VSG, PCR y el ratio TG/ HDL nos puede ser de gran ayuda. Los síntomas más comunes: cansancio, falta de energía, mala salud intestinal, hambre y antojos durante el día…

Una de las formas más fáciles de saber si padecemos inflamación, es el exceso de grasa. Después podemos fijarnos en síntomas como cansancio, dolores, problemas intestinales, cambios de humor, resistencia a la insulina y enfermedades como diabetes, cáncer, artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes, en general todas las enfermedades crónicas.

¿Cómo debería ser una dieta antiinflamatoria? ¿Hay algunos alimentos en concreto que valdría la pena añadir a nuestro menú diario?

– Una dieta antiinflamatoria debe ser aquella que nos permita mantener a raya la inflamación. Es el mejor medicamento que puedes tomar durante toda tu vida sin riesgo, ni efectos secundarios. Debe ser capaz de revertir la inflamación reduciendo eicosanoides proinflamatorios, el exceso de grasa corporal y los niveles de insulina.

Al final debe estar compuesta por alimentos de verdad, hidratos de carbono de calidad, proteína y grasas saludables. Dando especial importancia a los ácidos grasos Omega 3, EPA, DHA, provenientes del pescado azul, polifenoles de verduras y algunas frutas, hortalizas, aceite de oliva virgen extra y, algo un poco olvidado, pero no menos importante, las especias. Cúrcuma, orégano, jengibre, tomillo… Cierto es que debemos personalizar cada dieta, pero en términos generales estos alimentos no deberían faltar en nuestro menú diario.

¿Cuánto, tardan normalmente los pacientes en encontrarse mejor tras aplicar las pautas de la dieta antiinflamatoria? ¿Nos podrías contar alguna historia de algún paciente tuyo y los cambios que ha experimentado?

Los resultados en pacientes dependen mucho de cada caso, situación y del grado de inflamación del que partimos. Si es una resistencia a la insulina con un exceso de grasa, por ejemplo, en tres semanas ya se pueden ver mejoras significativas, es sorprendente cómo reacciona nuestro cuerpo cuando le damos alimentos de calidad y nos centramos en el equilibrio hormonal.

Si se trata de una enfermedad autoinmune, por ejemplo, se empiezan a notar mejorías, pero podemos tardar un poco más de tiempo en mejorar parámetros. A veces, influyen otras variables como el estrés, la falta de descanso o falta de movimiento, que pueden interferir en el proceso de mejora y hacer que los pacientes tarden algo más en ver resultados.

La alimentación es importante, pero los pensamientos, emociones, estrés, hidratación, exposición a la luz solar, etc., en definitiva, hábitos de vida saludable, son esenciales para un estilo de vida antiinflamatorio.

Recuerdo muchos pacientes que han conseguido revertir la inflamación con pautas de alimentación, suplementación y pequeños cambios en estilo de vida. Un caso que me viene ahora mismo a la cabeza es el de una paciente que llevaba años encontrándose mal, con exceso de grasa, dolores, caída de cabello, mala salud intestinal y sin energía, entre otras cosas. Al pedirle analítica, vimos que tenía los anticuerpos tiroideos por las nubes, el médico jamás se los había mirado. En varios meses trabajando alimentación y también estrés y movimiento, hemos conseguido bajarlos. Lo importante es cómo se encuentra ella, tiene más energía que nunca, ha perdido el exceso de grasa que tenía, está feliz, sin cambios de humor, con una salud intestinal buena y encantada con su alimentación. Al final eso es lo más gratificante.

Totalmente de acuerdo. Muchísimas gracias Verónica, nos has dado una gran dosis de información. Ahora… ¡a aplicarlo todo!

Gracias a vosotros. Ha sido un placer.

¿Qué os ha parecido la entrevista? Una bomba de la información y buenísimos consejos, ¿verdad? Es cierto que a diario seguimos un estilo de vida muy proinflamatorio y para contrastarlo es IMPRESCINDIBLE limitar los alimentos proinflamatorios y potenciar los antiinflamatorios. Nosotros lo hacemos a diario con Olettie Antiinflammation y no lo cambiamos por nada. Y ahora, que toca cuidar a nuestra inmunidad con cierta exageración, más que nunca nos aseguramos que su envase está siempre en nuestra despensa.

p.d. Os recomendamos visitar la página de Verónica (https://www.veronicasobrino.com/) y descubrir sus recetas antiinflamatorias en el Instagram (@vnutricion). ¡La inspiración extra nunca sobra!

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