El cardo mariano es rico en silimarina, un antioxidante potente que ha sido bien estudiado por científicos.
Tiene propiedades protectoras y regenerativas del hígado, el mayor órgano responsable de los procesos detox del cuerpo.
Suele ser poco común en la cocina, ya que para aprovechar sus propiedades es necesario consumir las semillas de la planta en su forma molida. Esta planta puede encontrarse en forma de infusión, pero no tiene mucha efectividad, ya que sus principios activos son muy poco solubles en agua.
De ahí que para aprovechar sus beneficios sea mejor utilizar las semillas en polvo del cardo mariano.
Conocido desde la antigüedad, fue citado por Plinio en su “Materia médica” como una planta medicinal, y recomendada en los manuales de farmacia de la Edad Media.
Fue en el siglo XVIII cuando el cardo mariano empezó a utilizarse en la terapia de enfermedades hepáticas.
