Hemos hablado de la importancia que tiene para nuestra salud evitar aquellos alimentos y sustancias que favorecen la inflamación crónica, tan dañina para nuestro cuerpo, e incluso os hemos mostrado nuestros alimentos favoritos para incluir en una dieta antiinflamatoria. Por ello, hoy seguimos nuestro camino y os mostramos los 5 alimentos proinflamatorios que debes eliminar ya mismo de tu dieta.
Café con leche y un croissant para desayunar.
Una tostada con pavo y café solo para almorzar.
Macarrones para comer y un trocito de tiramisú de postre.
Otro café.
Sin tiempo para merendar.
Llegando a la cena con mucha hambre y sin ganas de cocinar, un sándwich mixto o un trocito de pizza y arreglado.
¿Te suena?
Seguir un estilo de vida proinflamatorio es uno de los problemas más grandes hoy en día en cuanto a salud, y es que debido a ella aparecen las síntomas y enfermedades a base de la inflamación crónica. La buena noticia es que la inflamación se puede frenar y prevenir. Para conseguirlo es necesario reestructurar nuestra dieta. ¿El primer paso? Eliminar los alimentos proinflamatorios. Pero ¿cuáles son los peores alimentos proinflamatorios que hay?
Probablemente las grasas trans son el peor tipo de grasa que puedes consumir. Su ingesta está conectada con aumento de colesterol ‘malo’, con un mayor riesgo de desarrollo de varios tipos de enfermedades crónicas y con problemas con el sistema cardiovascular, incluyendo arteriosclerosis y ataques de corazón. ¿Las mayores fuentes? Fritos o empanados, patatas cocidas, patatas fritas, margarinas, galletas, palomitas industriales, bollería industrial, comida precocinada, platos congelados, etc.
Uno de los peores alimentos proinflamatorios que hay es el azúcar refinado. Varios estudios han demostrado su rol en el desarrollo de inflamaciones a nivel celular y, a raíz de ellos, el desarrollo de múltiples enfermedades. ¿Dónde lo encontramos? En los dulces, tartas y chuches, pero cuidado: salsas, panes, encurtidos, conservas, platos precocinados e incluso fiambres son productos donde la industria alimentaria suele añadir muchas cantidades de azúcar, por lo que también los llevan.
Los aceites vegetales industriales, sobre todo el aceite de girasol, de soja y de maíz, contienen una dosis muy elevada de los ácidos omega 6, las cuales no son malas de por sí, pero en la actualidad el abuso de ellas las está convirtiendo en un elemento a evitar. Y es que el desequilibrio entre las grasas omega 6 y omega 3 es uno de los factores más importantes en el desarrollo de los procesos inflamatorios. ¿Cuáles son y dónde están presentes? Los aceites vegetales están presentes en la comida procesada, bollería, tartas, snacks, conservas, congelados, etc.
Otro de los alimentos proinflamatorios más presentes en nuestras dietas: las harinas y cereales refinados. Estos suelen elevar el azúcar en sangre mucho más rápido que los cereales integrales, con lo cual su efecto es casi igual que el de azúcar refinado. ¿Dónde las encuentras? En pasta, bollería, panes blancos, cereales de desayuno, galletas, etc.
El consumo de carnes procesadas está asociado con mayor riesgo de desarrollo de enfermedades de corazón, diabetes y varios tipos de cáncer. Las carnes procesadas tienen un contenido alto de los compuestos proinflamatorios tales como AGEs (Advanced Glication End products). ¿Cuáles son las carnes procesadas? Fiambres, salchichas, ahumados, bacón, chorizos, etc.
Y es que aunque la inflamación crónica puede estar provocada por varios factores tales como la contaminación del aire, llevar una dieta equilibrada que incluya alimentos antiinflamatorios puede ayudarnos a controlar dicha inflamación e incluso a prevenirla. Por tanto, el primer paso para evitar esta inflamación es evitar alimentos proinflamatorios y el segundo introducir en nuestra dieta alimentos antiinflamatorios.
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A un paso de una vida mas sana y un cuerpo mas fuerte
