A veces, sin darnos cuenta, complicamos nuestra vida diaria con los más avanzados formatos en alimentación. Sin embargo, hoy en día la innovación consiste en volver a los orígenes, a lo sencillo y a lo natural. Eso, sin duda, es lo que también debería pasar con el mercado de los superalimentos y complementos alimenticios, donde el consumo de los superalimentos en polvo debería ser habitual.
¿Por qué consumirlos en forma de pastillas, cápsulas o comprimidos cuando lo más natural y eficaz es hacerlo en su forma natural o simplemente en polvo? ¿Sabes la cantidad de compuestos sintéticos que estás incorporando a tu cuerpo de manera innecesaria?
Lo que no vemos al elegir los superalimentos modificados frente a los superalimentos en polvo
Vivimos en un período donde cada vez somos más conscientes de la importancia del consumo responsable y sostenible: elegimos alimentos ecológicos o biológicos, sabiendo que su producción debe respetar el medioambiente, buscamos productos de km cero, etc. Y esta tendencia debe reflejarse también en el mercado de los superalimentos.
“El consumo consciente, responsable y sostenible debe reflejarse en el mercado de los superalimentos”.
Es bastante habitual encontrar los superalimentos, como moringa, baobab, ashwagandha, espirulina u otros, en formatos de cápsulas o comprimidos en lugar de liofilizada o en polvo. ¿Por qué seguimos eligiendo los primeros formatos en vez de la versatilidad y seguridad alimentaria del superalimento en polvo? A continuación vamos a ver algunas de las sustancias que llevan estas cápsulas y comprimidos.
Recubrimientos
Las cápsulas, en cuyo interior se encuentra el superalimento o la mezcla de ellos, están realizadas de distintas sustancias sintéticas, pero las más habituales en el mercado actual son:
- Gelatina, muy utilizada en alimentación.
- Glicerol o glicerina, que se utiliza para mejorar la consistencia del recubrimiento.
- Hipromelosa, hidroxipropilmetilcelulosa o E464. Conocida habitualmente en el sector como “celulosa vegetal”.
Antiaglomerantes
Los antiaglomerantes evitan la formación de aglomerados de distintas partículas. Se añaden de manera habitual, siendo los más comunes:
- Sales de magnesio de ácidos grasos o E470b. Es un aditivo de origen vegetal o animal, aunque también puede ser transgénico. Su nivel de toxicidad es bajo y no se han descrito efectos secundarios.
- Dióxido de silicio, sílice o E551. Se obtiene de manera natural por extracción de rocas y minerales, o de manera sintética derivado del cuarzo. Su nivel de toxicidad es alto y se han descrito efectos secundarios.
- Estearato de magnesio o E572. Además de ser fuente de magnesio, es un derivado del ácido esteárico (E580) que se utiliza como aditivo en la fabricación de cápsulas y tabletas. Se considera que tiene una toxicidad baja, aunque hay pocos estudios sobre los efectos secundarios que puede producir.
Agentes de carga
Según la definición de AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición), los agentes de carga son “sustancias que aumentan el volumen de un producto alimenticio sin contribuir significativamente a su valor energético disponible”.
El más utilizado en el caso de los suplementos alimenticios, como excipiente para tabletas, es la celulosa microcristalina (E460i). Se le atribuye una toxicidad media, pues hay informes adversos sobre la digestibilidad de la celulosa por el ser humano, y se desconocen los efectos a largo plazo de su consumo habitual.
Endurecedores
Los endurecedores son “sustancias que actúan junto con agentes gelificantes para producir o reforzar un gel” (AECOSAN). Se suele utilizar fosfato cálcico dibásico anhidro (E341ii), presente además en muchos otros alimentos. Su toxicidad es media y en grandes dosis puede provocar hiperactividad y problemas digestivos.
Colorantes
Los colorantes, como su nombre indica, buscan dar un color a una sustancia que no es el suyo natural o que ha perdido en algún proceso de extracción o modificación. Por ejemplo, el óxido de hierro se usa en complementos alimenticios en base a extracto de arándano rojo, para dar el color característico que tendría el producto en origen.
“Debemos evitar o reducir, en la manera de lo posible, el consumo de alimentos con aditivos en su composición”.
Ventajas de los superalimentos en polvo
Optar por los superalimentos en polvo parece ser la forma más segura, sostenible y natural de consumir estos ingredientes. ¿Cuáles son las principales ventajas?
- Consumiendo superalimentos en polvo estamos eliminando de la ingesta las sustancias anteriormente mencionadas y aportando sólo el ingrediente en sí.
- Normalmente las sustancias como los antiaglomerantes o endurecedores ocupan un porcentaje del peso de la cápsula o comprimido, por lo que no estamos tomando tanta cantidad de superalimento como esperamos. Con una cucharada en polvo del ingredientes/s no hay ninguna duda.
- No puedes incorporar las cápsulas o comprimidos a tu dieta diaria en platos elaborados, mientras que con los superalimentos en polvo se realiza de manera natural y saludable sin ningún problema.
“Los superalimentos en polvo nos devuelven al origen de los alimentos, conservando su pureza y propiedades”.
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