Si nos has estado leyendo, seguramente ya sepas qué son y qué pueden aportar los superalimentos a nuestra dieta y a nuestra salud. Pues bien, hoy vamos a dar el siguiente paso y te vamos a hablar de cómo consumir estos superalimentos para sacar el máximo rendimiento a sus propiedades. ¡Descubre más sobre las mezclas de superalimentos!
Existen muchas formas para incorporar los superfoods en nuestra dieta. Dependiendo de la oferta de mercado, de nuestras preferencias y accesibilidad de los productos podemos utilizar los superalimentos frescos (si están disponibles), liofilizados, congelados, deshidratados, etc.
Sin embargo, la forma más cómoda y segura, para incorporar estos alimentos a nuestra dieta, sin perturbar nuestra habitual manera de comer, es utilizar el polvo de los superalimentos. Sobre todo si se trata de unas mezclas funcionales de superfoods, ya que en este caso es muy importante saber propiedades, dosis adecuadas, interferencias y sinergias de cada uno.
Superalimentos en polvo: La forma más segura de añadirlos a tu dieta
Las mezclas de superalimentos en polvo, por ley, tienen que estar estandarizadas, es decir, llevar siempre las mismas cantidades de las sustancias activas, el mismo ratio de los superalimentos y mantener la misma calidad.
Además, esta forma de consumir superalimentos también nos asegura un mayor grado de comodidad y practicidad al ser una manera increíblemente versátil de consumir de forma diaria nutrientes necesarios para nuestra salud, estemos de viaje o de vacaciones. ¡Se acabaron las excusas! Y es que no hay nada más fácil que llevar simplemente las monodosis necesarias y añadírselas a cualquiera de tus comidas o bebidas como, por ejemplo, tu vaso de leche diario, tu bebida vegetal o al yogurt del desayuno.
Cómo introducir las mezclas de superalimentos en tu día a día
Los superalimentos en polvo te permitirán consumir tu ración diaria de nutrientes sin alterar tus costumbres alimenticias. Estos son tan solo unos ejemplos de cómo incluir la mezcla de superalimentos en tu dieta:
- En smoothies y batidos incorporando una dosis recomendada y triturando con el resto de ingredientes.
- Como si de café soluble se tratase, disolviéndolos en tu bebida preferida cada mañana. Leche, bebida vegetal o incluso en agua templada.
- En tu yogurt o kéfir como si fuera canela, vainilla o simplemente tu topping preferido.
- Por encima de las ensaladas, o incorporado a los aliños.
- Como un ingrediente más en cualquiera de tus recetas. Helado casero, bolitas energéticas caseras o un bizcocho, también casero, son tan solo algunas de las combinaciones que te mostramos en nuestra sección de recetas con superalimentos.
Tanto para desayunos como en tentempiés o postres, los superalimentos en polvo te aportarán todos los beneficios de los superpoderes de estos alimentos sin perder tiempo ni comodidad a la hora de elaborar tus comidas. Por ello, además de nutritivos, son perfectos para acompañarte allá donde vayas, ya sea al trabajo, a la universidad, a la oficina o de viaje.
Y es que el concepto del uso de los superfoods es simplemente incorporar un gran valor añadido, es decir: vitaminas, minerales, fitonutrientes, fitoquímicos y antioxidantes con un amplio potencial terapéutico, propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, a nuestros platos sin necesidad de cambiar drásticamente nuestra vida diaria. Tentador, ¿verdad? Lo es. Sin embargo, es importante tener siempre una cosa bien clara: los superalimentos sirven como un valor añadido, pero no pueden sustituir a una dieta equilibrada acompañada por actividad física y un buen descanso.